Desde el famoso Pentágono en EEUU están planeando utilizar las redes sociales para monitorizar qué es lo que ocurre en el mundo y estar alerta de forma preventiva frente a posibles revoluciones o amenazas terroristas.
Según este plan, un grupo de expertos estarán atentos a la información que fluya a través de redes sociales populares como Facebook o Twitter para encontrar rastros de conversaciones y mensajes que puedan dar a entender algún tipo de riesgo. Además aseguran que el plan está dotado de más de 40 millones de dólares USA.
La otra cara del plan es la de infiltrar mensajes en determinados círculos para inculcar en la gente ideas que beneficien a EEUU, ya sea propiciando algún tipo de revolución o quizás lo contrario. Según afirman, esto ya lo hicieron durante los recientes movimientos populares en el norte de África.
Ahora viene, la pregunta que veo que casi nadie se hace. Si este plan es cierto ¿por qué lo cuentan? Si estás diseñando un plan de este tipo seguramente debería ser secreto ¿a quién se lo estás contando y para qué?.
Es fácil imaginar que varios países en el mundo ya están realizando tareas de espionaje de este tipo. En EEUU lo tienen bastante fácil porque es la base informatizada de las principales redes sociales del mundo. Allí está información sobre tí y tu vecino, tus fotografías, datos, mensajes, saben qué te gusta y qué opinas.
Por lo tanto, este plan no supone ninguna novedad a menos que el hecho que se publicite en sí mismo lleve una doble intención, quizás ocultar otros proyectos todavía más profundos o simplemente mostrar ante el mundo que tienen en sus manos una gran parte del pastel y del poder que otorga la información, el oro del siglo XXI.
Fuente guardian