¿Cuál es la diferencia entre 4K y Ultra HD?

El terreno de los televisores, monitores de ordenador y pantallas en general ha pegado un salto que, hasta hace no mucho, parecía impensable, y este salto implica a las pantallas 4K y a las Ultra HD pero ¿cuál es la diferencia entre unas y otras?

HDTV, HD, UHD 4K y 8K

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La televisión en alta calidad o alta definición (HDTV) lleva un tiempo entre nosotros y se ha estado utilizando durante bastantes años. De hecho quizás recuerdes que los programas y películas en TV antes se veían en formato más reducido al actual.

Esta ‘alta definición’ HDTV alcanza una resolución de 1280×720. No demasiado alta si te mueves dentro del mundo de los monitores de ordenador, pero respetable para visualizar un programa de televisión. En estas categorías podrías encontrar las pantallas que se anuncian como ‘HD Ready

Sin embargo, la cosa fue a más y comenzaron a aparecer pantallas Full HD que subían más el listón hasta alcanzar los 1920×1080.

Hasta aqui, las resoluciones parecían bastante respetables, hasta que las pantallas 4K o Ultra HD comenzaron a aparecer.

4K es una forma de disminuir ‘4.000’, y hace referencia a cualquier pantalla con una resolución que incluya, horizontalmente 4.000 píxels de forma aproximada. Por ejemplo, puedes encontrar algunos modelos de pantallas y de cámaras que trabajen con resoluciones de 4096×2160 o 3840×2160, ambos formatos entrarían dentro de la categoría de 4K.

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En general, podría decirse que 4K y UHD es, prácticamente, lo mismo, solo que 4K hace referencia expresamente a formatos con 4000 pixels horizontales y UHD hace referencia a resoluciones muy altas.

Por ejemplo, también existe otros formatos con características todavía mayores.

El Ultra HD Premium, que es básicamente lo mismo que el Ultra HD pero con una profundidad de color que alcanza 1.000 millones de colores.

El Full Ultra HD que, prácticamente, duplica la resolución de las pantallas 4K, por eso también se le conoce como 8K, es decir, se trata de pantallas capaces de mostrar una resolución que alcanza horizontalmente unos 8000 pixels aproximados. Por ejemplo 7620×4320.

De momento, las pantallas 8K o Full Ultra HD no son muchas en el mercado y abarcan tamaños que rondan las 80 pulgadas, algo lógico teniendo en cuenta que meter tanto píxel en un tamaño de pantalla demasiado reducido acabaría en una densidad de puntos tan alta que el ojo humano no sería capaz de distinguirla.

¿Necesitas una pantalla UHD?

La respuesta a esta pregunta no es sencilla porque depende mucho de cada caso. Hoy día existen monitores para ordenador en formato UHD/4K. Esta resolución tan alta permite condensar un buen número de elementos en la pantalla, tanto si estás trabajando con software como si estás jugando a un videojuego, por poner un ejemplo, pero la cantidad de pixeles que hay que mover constantemente se disparan, así que necesitas de una tarjeta gráfica realmente potente.

Si hablamos de una pantalla de televisión de tamaño grande, por encima de las 40-45 pulgadas, situada a cierta distancia del sofá, te va a costar algo de trabajo distinguir si se trata de una pantalla HD o UHD, a menos que tengas una buena capacidad visual.

El beneficio que obtienes al pasar a los 4K es que te aseguras que el televisor no se te va a quedar anticuado cuando los contenidos en este formato comiencen a popularizarse y a hacerse más normales.

¿Debo migrar a 4K/UHD?

Probablemente las pantallas acaben todas en esas resoluciones de aquí a un tiempo, cuando los formatos anteriores queden obsoletos, al igual que esos ya antiguos formatos a su vez dejaron obsoletos a otros todavía más antiguos.

Lo que sí tienes que tener en cuenta es que, al cambiar a UHD vas a tener que realizar más cambios, no solo el de la pantalla.

Por ejemplo, dispositivos periféricos, cables podrían funcionar correctamente, pero es probable que limiten la calidad de tu nuevo televisor UHD.

Algunos servicios de televisión por cable o vía web como Netflix disponen de contenidos UHD pero, en muchos casos, están reservados para planes premium más caros.

También debes tener en cuenta que, si vas a recibir contenidos UHD vía Internet, necesitas una conexión con un ancho de banda lo suficientemente amplio para que los vídeos e imágenes carguen de forma fluida, se recomienda al menos 15Mbps, aunque la velocidad máxima óptima probablemente la encuentres por encima de los 20Mbps, sobre todo si en la misma conexión vas a tener dispositivos conectados a Internet realizando otras tareas además de cargar contenidos de televisión.

Los reproductores de Blu-ray también pueden reemplazarse por modelos UHD.

También es muy probable que tengas que cambiar el cable HDMI a una de las últimas versiones, al menos HDMI 2.0 capaz de trabajar a 60 frases por segundo con contenidos 4K.

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