Un profesor de física de la Universidad de Atlanta no se ha andado con rodeos y ha decidido darle un toque didáctico a sus clases. En lugar de utilizar aburridos y típicos ejercicios, ataca directamente el interés de sus alumnos utilizando un ya clásico videojuego: Angry Birds.
Si no lo has jugado, el juego básicamente se trata de calcular el ángulo con el que tienes que catapultar unos pájaros que van a rescatar a sus polluelos … así que aquí es donde entra en juego las leyes de la física.
Los alumnos tienen que realizar operaciones para determinar el ángulo óptimo, la trayectoria y la fuerza con la que hay que realizar los lanzamientos. Seguro que sus clases son tan interesantes que más de uno se quedó realizando ejercicios extra al final de la clase … con su teléfono móvil.